La infedelidad de Diego

Claudia y Leonardo I, decideron mandar a Anna a unos de los mejores internados que existia en aquellos tiempos. Como futura Emperatrizz del Mal Absoluto de Monte Vista, necesitaba una educación exaustiva donde no solo aprendiera cultura, si no también educación y modales.
Aquel internado no era como los convencionales, los chicos no compartian habitaciones, compartian casas, tenían mayordomo propio y grandes campos y jardines donde pasar el rato y pasear.

Un buen día mientras Anna iba de camino a casa, un chico la reconoció, la conocía, le sonaba su cara bastante. Era Anna Di Napoli, aquella niña con la que años atrás había jugado, gritado y corrido jugando al pilla pilla. Diego, era hijo de unos amigos de toda la vida de los padres de Anna. Por motivos de la vida, la familia de Diego tuvo que mudarse de Monte Vista hacía años, y los dos niños dejaron de verse, hasta que se convirtieron en un hombre y una mujer, donde el destino quería volverlos a ver juntos.


Cuando Diego se acerco a hablar con Anna, esta no se lo creia, que casualidad!! con la cantidad de internados que hay por el mundo y han coincidido en el mismo, definitivamente, el destino quería verlos juntos.

Las cosas entre los chicos iban fenomenal. Como dos jovenes que eran con las hormonas revueltas, se empezaron a gustar, y a esa edad, el amor surge relativamente rápido. Recordaron juntos viejos tiempos, pasaban mucho tiempo juntos, la chispa del amor parecía haber surgido en sus corazones.

Entre clase y clase se escaban, y paseaban por los amplios jardines del internado. Entre aquellas maravillosas flores, aprovechaban para hacer algo de manitas, ya que en las casas, digamos que no estaba permitido tener visitas íntimas. Aunque aquella norma era una tontería, ya que nadie en el internado la cumplia, solo tenias que decir que venía a estudiar y ya esta. Pero a ellos la emoción de verse a escondidas entre flores, les gustaba mas.

La cosa entre Anna y Diego iba viento en popa, hasta el punto que planeaban su futuro juntos. Solo había un detalle que Anna no había dicho, que sería Emperatriz del Mal Absoluto de Monte Vista.

Todo iba bien en la pareja, pero aquello de no haberle contado a Diego el futuro que les esperaba juntos, no le gustaba. Pero ¿¿como contarselo?? lo perdería para siempre. Realmente lo amaba, y no quería perderlo, pero por otra pensaba que si se lo contaba y Diego realmente la amaba, él primero la perdonaría por no haberselo contado antes y segundo aceptaría el futuro que les esperaba. Así que decidió contarselo.

Cuando Anna habló con Diego parecía que este lo aceptaba, que se lo había tomado bien y todo parecía ir como había ido hasta ese momento.


Anna llegaba de clase, y subió a ver si su amiga estaba en casa para salir a dar una vuelta. Pero cuando subió, no solo estaba en casa, si no que estaba acompañada, y muy bien acompañada que estaba.
Cuando vio con quien estaba, lo único que salió de su boca fue -perdón no quería molestar- y se fue.

Anna salio corriendo de la casa, no quería ver lo que allí estaba pasando. Había sido un mazazo muy duro para ella. Diego salió detrás de ella, para intentar explicar algo, a lo que Anna ni siquiera había pedido explicación.

Cuando Diego logró alcanzar a Anna, intentó explicarselo todo.

Diego: Anna espera!!
Anna: Que quieres!!??
Diego: No tienes motivos para indignarte!! Tu ya lo había hecho antes con Gonzalo!!
Anna: Pero que me estas contando tio!!
Diego: Gonzalo me lo ha contado todo esta mañana!! y la verdad no entiendo a que viene esta escenita ahora por tu parte!!
Anna: Que te ha contado el que!!??
Diego: Esta mañana cuando llegó a casa, le pregunté que porque no había dormido en casa, y me contó que se quedó estudiando contigo, que bebisteis unas copas y que después...
Anna: Que después que!!??
Diego: Que te acostastes con él!!
Anna: A si?? Pues la tendría muy pequeña porque yo ni me enteré de que lo hice!! A ti te cuentan una cosa así, y en vez de venir a hablar conmigo, te acuestas con la que creia mi mejor!!?? Y digo que creia mi mejor amiga, porque ella sabía que no me había acostado con Gonzalo, porque ella estaba aquí anoche!! Pero sabes una cosa!! Hoy e has demostrado que no vales la pena!!
Diego: Pero Anna!!
Anna: Ni Anna ni leches!! No quiero volver a verte nunca!! Dejame en paz por favor...

Desde aquel día Anna no supo nada mas de Diego ni Diego de Anna... Pero el destino les tenía otra sorpresa preparada, aunque ellos no lo sabían... (capítulo 5 de la historia)