miércoles, 23 de abril de 2014

Un día en la feria con SS.AA.RR.

Trás el bautizo del pequeño Diego II Di Napoli, la familia Imperial Di Napoli había cogido bastante confianza con el resto de casas reales del Reino. Susa en especial, le había tomado bastante cariño a su majestad, la Reina de Simsburgo, Doña Nicoletta I, tanto que hasta se permitía el lujo de llamarla por teléfono sin miedo a una denuncia por acoso, y lo mejor de todo es que ese cariño parecía mutuo.

El tiempo pasaba y la primavera había llegado a Monte Vista. Como todas las primaveras, se celebraba una feria en la ciudad, pero este año había cambiado, la habían reformado por completo, haciendola muy parecida a la feria de Sevilla.

Susan entusiastas de las fiestas, llamo a la Reina, invitandola a pasar un día en unas de las bonitas casetas, junto a su compañia y la de su nuera, y por su supuesto junto a su marido, si este deseaba. De modo que se pusieron de acuerdo en el día y la hora.

El día de ir a la feria había llegado, Susan y Patricia estaban algo nerviosas, ya que desde el bautizo no habían visto a Sus Majestades, aunque si habían tenido contacto telefónico con ella, pero claro eso no era igual. Así que una vez vestidas, se pusieron marcha a la feria.








P: Susan estas segura de que habías quedado aquí con Doña Nicoletta??
S: Si estoy segura. Pero tu sabes que hay que extremar precauciones con respecto a su seguridad.
P: Si es verdad...








S: Mira ahí está, y a venido con su marido!!
P: Sii ahí estan!! Vamos a entrar...

Tras pasar el control de seguridad de la caseta donde se encontraban Sus Majestades, entraron en ella sin ningún problema...







Susan y la Reina se abrazaron al verse, a ambas les dió alegría verse despues de tanto tiempo, pero Don Scott no parecía estar muy contento... Daba la impresión viendo su cara, de que le hubiese gustado pasar aquel día solo junto a su esposa. los 4 se sentaron juntos, comieron  bebieron y hablaron mucho, quizás algunos mas de la cuenta.





Cuando iban por la 5º botella de rebujito, Susan se animo a cantar una sevillana y Patricia se animo a bailar. De modo que Sus Majestades se encontraron con un espectáculo en vivo, sobre las costumbres típicas de este Imperio.








La verdad que a la reina se le veía cómoda, tanto que se dejo llevar por sus sentimientos y poso la mano sobre un lugar de la anatomía de su marido, donde una reina no debe tocar al menos en público. Menos mal que en la caseta solo estaban ellos 4, de modo que aquel gesto de cariño, quedo en familia como quien dice.







Tras aquel espectáculo improvisado, y aquella caricia a su esposo, la reina decidio descansar los pies un rato, y con ella se sentaron todos. Aquella agradable velada estaba siendo estupenda. Todos parecian muy contentos, de modo que siguieron bebiendo y comiendo hasta altas horas de la madrugada.




3 comentarios:

  1. maría vampi, siempre hacertamos con Don Scot, siempre le dan asco los Di Napoli y sobreprotege a su mujer, jajajajaj,

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  2. Hombre no se si hasta el punto de darle asco, pero caras extrañas pone siempre que esta con ellos!! jejejeje Espero que haya gustado como he puesto a la reina... Un besote Dani!!

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